Puede parecer que si disponemos de una caldera de biomasa, es igual lo que quememos en ella, pero debemos tener cuidado con ese tipo de descuidos, porque podríamos llegar incluso a estropear la caldera. Antiguamente, las amas de casa echaban de todo en el fogón de la cocina, cuando éste era de metal: restos de comida, basura, periódicos viejos... todo era consumido por la llama con voracidad. Pero las calderas de biomasa de hoy en día son aparatos de elevada tecnología, que han sido diseñados para optimizar la combustión de un solo tipo de combustible - o de varios, según la caldera, pero son calderas especiales. No podemos utilizar leña en una caldera de pellets, por ejemplo, porque la caldera de pellets es basa en intentar mantenera la llama lo más estable posible absorbiendo un número determinado de pellets dosificados por segundo. Por este motivo, no es posible utilizar leña en una caldera de pellets. Por el mismo motivo, no conviene utilizar pellets en una caldera pensada para la leña, pues arderían todos a la vez sin producir apenas calor. Existen calderas policombustible, que están preparadas para combustionar diferentes tipos de material, pero debemos atenernos siempre a las condiciones del fabricante, porque de lo contrario pueden aparecer problemas de corrosión, mala combustión, etc., que no estarían cubiertas por la garantía, al habernos advertido el fabricante de las mismas.