Las ventajas que tienen los pellets frente a los combustibles fósiles son obvias: ecológicos, económicos, fomentan el empleo rural, disminuyen el riesgo de incendios, no corren el peligro de explosionar, reciben subvenciones, y fomentan la independencia energética del país. Es posible también utilizar calderas que funcionan mediante otros combustibles de biomasa. Las ventajas son un precio aún más bajo que el de los pellets, debido a que si son residuos de cosechas, normalmente se encuentran más cerca del usuario. Ese tipo de biomasa es especialmente útil en el caso de las explotaciones agrarias: para los agricultores, los desechos de sus cosechas suelen suponer un problema, porque suponen un residuo del que se tienen que desembarazar, pagando para esa tarea. Pero pueden aprovecharlo, revalorizando un material que en principio es basura, ahorrándose los costes de tirarlo y ahorrando, además, el coste de producir energía. Porque es posible instalar una caldera policombustible y generar energía con ella. en algunoa países europeos, producen incluso electricidad, con el consiguiente ahorro de energía y costes.